El cacao ya era cultivado
por los mayas hace más de 2500 años. De hecho para encontrar el significado de
la palabra cacao hemos de recurrir a la lengua maya:
- cac que en lengua maya
quiere decir rojo (en referencia al color de la cáscara del fruto)
- cau que expresa las ideas
de fuerza y fuego.
Los aztecas aprendieron de los mayas el
cultivo y el uso del cacao. Llamaban “cacahuat” al cacao y “xocolatl” la bebida
aromática que se obtenía de sus frutos. Por aquel entonces el “xocolatl” era apreciado como reconstituyente
que daba fuerza y despertaba el apetito sexual. Las semillas de cacao también
se utilizaban como monedas de cambio, costumbre que perduró mucho después de la
colonización de los españoles. De hecho Hernán Cortés pagaba a sus soldados con
cacao.
Con la colonización de
América, se empiezan a introducir en Europa numerosos alimentos americanos
(patatas, judías, tomates,) que luego han resultado ser básicos para nuestra
dieta. Sin embargo durante toda la edad moderna el cacao pasó bastante
desapercibido, a pesar de que ya en el siglo XVI empezabas a ser conocida la
bebida hecha a base de cacao (el chocolate). Restringida sólo a la élite
aristocrática, poco a poco adquiere prestigio como estimulante y se extiende
por toda Europa. Durante mucho tiempo el cacao se le reconocen propiedades
afrodisíacas.
La punta de lanzamiento no
se consigue hasta después de dos pequeños descubrimientos:
1) En 1840, el suizo Rudolf
Lindt mezcla la manteca de cacao con la pasta de cacao, obteniendo un chocolate
más dulce que es el que usamos actualmente.
2) En 1875 el suizo Daniel
Peter descubre un nuevo método de condensación de leche, que otro suizo, Henry
Nestlé en 1905, aplica al chocolate. Nació entonces el famoso chocolate con
leche.
Origen:
Trópicos húmedos de América, noroeste de América del Sur, zona amazónica.
Planta:
Árbol de tamaño mediano (5-8 m) aunque puede alcanzar alturas de hasta 20 m
cuando crece libremente bajo sombra intensa. Su corona es densa, redondeada y
con un diámetro de 7 a 9 m. Tronco recto que se puede desarrollar en formas muy
variadas, según las condiciones ambientales.
Sistema
radicular: Raíz principal pivotante y tiene muchas secundarias, la
mayoría de las cuales se encuentran en los primeros 30 cm de suelo.
Hojas:
Simples, enteras y de color verde bastante variable (color café claro, morado o
rojizo, verde pálido) y de pecíolo corto.
Flores: Son
pequeñas y se producen, al igual que los frutos, en racimos pequeños sobre el
tejido maduro mayor de un año del tronco y de las ramas, alrededor en los
sitios donde antes hubo hojas. Las flores son pequeñas, se abren durante las
tardes y pueden ser fecundadas durante todo el día siguiente. El cáliz es de
color rosa con segmentos puntiagudos; la corola es de color blancuzco, amarillo
o rosa. Los pétalos son largos. La polinización es entomófila destacando una
mosquita del género Forcipomya.
Fruto: De
tamaño, color y formas variables, pero generalmente tienen forma de baya, de 30
cm de largo y 10 cm de diámetro, siendo lisos o acostillados, de forma elíptica
y de color rojo, amarillo, morado o café. La pared del fruto es gruesa, dura o
suave y de consistencia como de cuero. Los frutos se dividen interiormente en
cinco celdas. La pulpa es blanca, rosada o café, de sabor ácido a dulce y
aromática. El contenido de semillas por baya es de 20 a 40 y son planas o
redondeadas, de color blanco, café o morado, de sabor dulce o amargo.
Los factores climáticos
críticos para el desarrollo del cacao son la temperatura y la lluvia. A estos
se le unen el viento y la luz o radiación solar. El cacao es una planta que se
desarrolla bajo sombra. La humedad relativa también es importante ya que puede
contribuir a la propagación de algunas enfermedades del fruto. Estas exigencias
climáticas han hecho que el cultivo de cacao se concentre en las tierras bajas
tropicales.
Temperatura.
El cacao no soporta
temperaturas bajas, siendo su límite medio anual de temperatura los 21 ºC ya
que es difícil cultivar cacao satisfactoriamente con una temperatura más baja.
Las temperaturas extremas muy altas pueden provocar alteraciones fisiológicas
en el árbol por lo que es un cultivo que debe estar bajo sombra para que los
rayos solares no incidan directamente y se incremente la temperatura.
La temperatura determina la
formación de flores. Cuando ésta es menor de 21 ºC la floración es menor que a
25 ºC, donde la floración es normal y abundante. Esto provoca que en
determinadas zonas la producción de mazorcas sea estacional y durante algunas
semanas no haya cosecha, cuando las temperaturas sean inferiores a 22 ºC.
Agua.
El cacao es una planta
sensible a la escasez de agua pero también al encharcamiento por lo que se
precisarán de suelos provistos de un buen drenaje. Un anegamiento o
estancamiento puede provocar la asfixia de las raíces y su muerte en muy poco
tiempo.
Las necesidades de agua
oscilan entre 1500 y 2500 mm en las zonas bajas más cálidas y entre 1200 y 1500
mm en las zonas más frescas o los valles altos.
Viento.
Vientos continuos pueden
provocar un desecamiento, muerte y caída de las hojas. Por ello en las zonas
costeras es preciso el empleo de cortavientos para que el cacao no sufra daños.
Los cortavientos suelen estar formados por distintas especies arbóreas
(frutales o madereras) que se disponen alrededor de los árboles de cacao.
Sombreamiento.
El cacao es un cultivo
típicamente umbrófilo. El objetivo del sombreamiento al inicio de la plantación
es reducir la cantidad de radiación que llega al cultivo para reducir la
actividad de la planta y proteger al cultivo de los vientos que la puedan
perjudicar. Cuando el cultivo se halla establecido se podrá reducir el
porcentaje de sombreo hasta un 25 o 30 %. La luminosidad deberá estar
comprendida más o menos al 50 % durante los primeros 4 años de vida de las
plantas, para que estas alcancen un buen desarrollo y limiten el crecimiento de
las malas hierbas.
Para el sombreo del cultivo
se emplean las llamadas especies para sombra, que generalmente son otros
árboles frutales intercalados en el cultivo con marcos de plantación regulares.
Las especies más empleadas son las musáceas (plátano, topochos y cambures) para
sombras temporales y de leguminosas como el poró o bucare (Eritrina sp.) y las
guabas (Ingas) para sombras permanentes. En nuevas plantaciones de cacao se
están empezando a emplear otras especies de sombreo que otorgan un mayor
beneficio económico como son especies maderables (laurel, cedro, cenízaro y
terminalia) y/o frutales (cítricos, aguacate, zapote, árbol del pan, palmera
datilera, etc.).
Exigencias
en suelo.
El cacao requiere suelos muy
ricos en materia orgánica, profundos, franco arcillosos, con buen drenaje y
topografía regular. El factor limitante del suelo en el desarrollo del cacao es
la delgada capa húmica. Esta capa se degrada muy rápidamente cuando la
superficie del suelo queda expuesta al sol, al viento y a la lluvia directa.
Por ello es común el empleo de plantas leguminosas auxiliares que proporcionen
la sombra necesaria y sean una fuente constante de sustancias nitrogenadas para
el cultivo.
Las plantaciones están
localizadas en suelos que varían desde arcillas pesadas muy erosionadas hasta
arenas volcánicas recién formadas y limos, con pH que oscilan entre 4,0 y 7,0.
Se puede decir que el cacao es una planta que prospera en una amplia diversidad
de tipos de suelo.
Originario de las Américas
es la raza más cultivada en las regiones cacaoteras de África y Brasil. Se
caracteriza por sus frutos de cáscara dura y leñosa, de superficie
relativamente tersa y de granos aplanados de color morado y sabor amargo.
Dentro de esta raza destacan distintas variedades como Cundeamor, Amelonado,
sambito, Calabacillo y angoleta.
.
b)
Criollo, híbridos o cacao dulce.
Actualmente están
sustituyendo a las plantaciones antiguas de Forasteros debido a su mayor
adaptabilidad a distintas condiciones ambientales y por sus frutos de mayor
calidad. Se caracterizan por sus frutos de cáscara suave y semillas redondas,
de color blanco a violeta, dulces y de sabor agradable. La superficie del fruto
posee diez surcos longitudinales marcados, cinco de los cuales son más
profundos que los que alternan con ellos. Los lomos son prominentes, verrugosos
e irregulares.
El cacao es más antioxidante
que el té verde. Los antioxidantes ayudan a prevenir el envejecimiento y el
riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y cáncer. Para potenciar sus
propiedades antioxidantes lo tomaremos en ayunas.
Magnesio.
El cacao es rico en
magnesio, un mineral que nutre nuestro sistema nervioso y nuestra musculatura.
Si tenemos déficit de
magnesio podemos tomar la decocción de la cáscara endulzada con miel o estevia,
o bien comer algunas semillas en ayunas.
Calcio.
Gracias al calcio que
contiene, el cacao ayuda a fortalecer los huesos y los dientes, entre otras
propiedades. Para disfrutarlo será importante consumir un cacao sin azúcar, ya
que el azúcar blanco empeora la asimilación del calcio en nuestro organismo.
Vitamina
C.
Contiene vitamina C, una
vitamina que nos ayuda a subir las defensas y a prevenir muchas enfermedades, además
de nutrir nuestros huesos, dientes y piel.
Fibra.
Por ser un alimento de
origen vegetal, el cacao contiene fibra, por lo que contribuye a eliminar
sustancias tóxicas del organismo y regular los niveles de glucosa y ácidos
grasos en sangre.
Triptófano.
El cacao contiene
triptófano, un aminoácido que favorece la producción de serotonina, un
neurotransmisor que lleva a una señal nerviosa que produce felicidad. Por eso
el cacao mejora estados de ansiedad, irritabilidad, depresión, etc.
Propiedades
terapéuticas.
Gracias a estos excelentes
valores nutricionales, el cacao nos ayuda en múltiples enfermedades:
Consumir semillas de cacao
es muy beneficioso para las arritmias y para potenciar la memoria y la
concentración. Las semillas son diuréticas, por lo que nos ayudan a eliminar
líquidos de nuestro organismo (retención de líquidos, edemas, etc.).
El aceite que se extrae de
la semilla se usa para tratar problemas de piel, quemaduras, heridas y
erupciones.
Las hojas tiernas de la
planta se pueden usar para desinfectar heridas.
La harina de cacao o cacao
en polvo no ayuda en casos de arterioesclerosis, artrosis, diabetes, etc. En
casos de agotamiento y debilidad la mezclaremos con miel y tomaremos una
cucharada cada mañana.
La infusión de semillas y/u
hojas, que nos aporta los beneficios del cacao evitando su contenido graso, es
muy beneficioso para el asma, las caries y la diarrea.
La manteca de cacao, que es
uno de los ingredientes principales de los protectores labiales, lo usaremos
para fisuras y grietas en la cara labios o senos, hemorroides y piel seca.
También la podemos aplicar directamente sobre la piel en el caso de dolores
musculares.
El cacao es un poderoso
alimento con propiedades y beneficios increíbles tanto para nuestra salud
física como para nuestras emociones y nuestra propia salud mental.
Descubre por
qué.
El cacao, fundamentalmente
como alimento, ejerce unas notables propiedades estimulantes que reconfortan y
reaniman nuestro cuerpo. No en vano, es uno de los alimentos más conocidos que
existen, en especial porque es un producto del que se obtiene uno de los
postres más consumidos por excelencia: el chocolate.
Y es que nos encontramos
ante un producto natural que de hecho aporta una interesantísima variedad de
beneficios y propiedades para la salud, capaces de estimular nuestro cuerpo,
reconfortarnos y aumentar nuestro ánimo.
Propiedadesdel cacao
Una buena muestra de su
consumo lo tienen muchos de los productos que, a día de hoy, podemos disfrutar
a partir del cacao. En este sentido, el cacao amargo se obtiene a partir de las
semillas limpias del cacao, torradas y trituradas. Es en este momento cuando se
les suele añadir azúcar y leche para la elaboración del conocido como chocolate
con leche.
Estimulante
del sistema nervioso
Si existe un alimento que
nos ayuda a sentirnos bien cada vez que lo consumimos ese es el cacao sin duda
alguna. ¿Por qué? Fundamentalmente porque contiene una serie de componentes que
actúan como estimulantes y euforizantes.
Esta cualidad se traduce en
algo muy sencillo: cada vez que comemos una porción de cacao puro o de
chocolate conseguimos una placentera sensación de bienestar debido a la
presencia de feniletilamina, la cual actúa en el cerebro desencadenando un
estado de bienestar emocional y de euforia.
Mejora
el estado de ánimo
El cacao ayuda a aumentar la
producción de endorfinas, hormonas que mejoran nuestro estado de ánimo. Además,
no debemos olvidarnos que destaca por ser un alimento tremendamente energético,
cualidad que se traduce en algo muy sencillo: nos ayuda a recuperar fuerzas en
situaciones de cansancio físico y mental, siendo útil para mantenernos más
activos.
Los
beneficios más importantes del cacao.
Estimulante
del sistema digestivo.
Además de sus cualidades
como estimulante de nuestro sistema nervioso y de nuestras emociones, el cacao
actúa como un excelente digestivo, además de convertirse en un maravilloso
estimulante de nuestro sistema digestivo.
Bueno
contra el estreñimiento.
Por otra parte, diversos
estudios han constatado los beneficios del cacao como alivio natural frente al
estreñimiento, gracias precisamente a que se convierte en un alimento ideal
para tonificar y estimular el sistema digestivo.
Pero sus cualidades no
acaban aquí, ya que un estudio llevado a cabo por la Universidad del Estado de
Luisiana (en Estados Unidos), encontró que ciertas sustancias presentes en el
cacao llegan hasta el colon, donde son fermentados por microorganismos y
bacterias buenas presentes en nuestra flora bacteriana.
Excelente
para mantener una buena salud cardiovascular.
¿Sabías que el cacao es muy
rico en antioxidantes? Estos compuestos naturales son capaces de prevenir la
acción tan negativa de los radicales libres en nuestro organismo, audando a prevenir
la degeneración de nuestras células (responsables de la aparición de muchas
enfermedades).
Por esta riqueza en
antioxidantes el cacao es ideal para nuestro sistema cardiovascular,
previniendo la aparición de enfermedades del corazón. Además, ayuda a reducir
el colestero y los triglicéridos.
Propiedades
del cacao ideales para la salud
Bueno
para la piel y contra la celulitis.
Estos mismos beneficios
cuentan con una importantísima actividad anti-celulítica, antioxidante e
incluso suavizante, que son aprovechadas por la chocolaterapia, una terapia que
como seguro sabrás consiste en aplicarlo en la piel a través de masajes.
Lo más interesante además de
todo lo que hemos tratado hasta estos instantes, es su capacidad reductora ,
ideal para personas que deseen cuidar su línea. Eso sí, esta propiedad estaría
tan sólo en el extracto del cacao puro en sí.
Estudios recientes han
estimado que aproximadamente 4 cápsulas de cacao vendrían a aportar la misma
cantidad de polifenoles que 2 tabletas de 250 g. de chocolate negro. Por ello,
el cacao es ideal como quema grasas, reducir, antioxidante y anticelulítico.
El cacao, un
alimento medicinal y un remedio de belleza
¿Sabías que el cacao es más
rico en antioxidantes que el té verde? Nos puede ayudar a prevenir enfermedades
cardiovasculares, así como el envejecimiento celular. Para ello, lo tomaremos
en ayunas .
El cacao es un alimento rico
en minerales, vitaminas y fibra. Consumirlo en semilla, polvo o chocolate puro
nos aportará numerosos beneficios para la salud y además podremos disfrutar de
su delicioso sabor.
¿Sabías que el cacao es
bueno para el corazón, la depresión, el asma, la piel seca, los dolores
musculares, la retención de líquidos o la diabetes? Te explicamos con más
detalle las propiedades del Theobroma cacao, de origen mexicano, que era
conocido como el alimento de los dioses, y también algunos consejos de belleza
con manteca de cacao.
Primeramente conviene
diferenciar el cacao del chocolate, que puede contener un mayor o menor
porcentaje de cacao. Cuanto más cacao contenga, más disfrutaremos de sus
propiedades saludables.
También es importante
destacar que el cacao es estimulante, aunque menos que el café, por lo que no
conviene abusar y deberemos tenerlo en cuenta en personas con nerviosismo,
insomnio, etc. y en niños, especialmente los que sufran de nerviosismo o
hiperactividad.
Cacao y
belleza.
Podemos preparar una
mascarilla para el cutis seco con cacao en polvo, aceite de oliva y yogur.
Mezclaremos bien los ingredientes y aplicaremos la pasta en la cara durante 20
o 30 minutos, una vez por semana.
También podemos hacer
nuestro propio labial casero mezclando partes iguales de cera de abeja, manteca
de cacao y aceite de oliva o de almendra. Además, le podemos añadir unas
gotitas de aceites esenciales con el sabor que queramos. Y si todavía lo
queremos hacer más original, con polvo de remolacha de daremos un color rojizo.
Lo pondremos todo al baño maría (excepto los aceites esenciales, que los
añadiremos al apagar el fuego) y lo dejaremos fundir. Lo mezclaremos bien y lo
pondremos en moldes, botecitos o en labiales vacíos. Una vez se haya enfriado
se endurecerá y ya estará listo para ser usado.
VÍDEO. Cultivo de semillas de cacao y como se hace el chocolate.
Como Rehabilitar un Cultivo de Cacao no Rentable - TvAgro por Juan Gonzalo Angel